Los olores nos alertan,
nos conectan con momentos de nuestro pasado haciéndonos revivir sentimientos y
emociones. La intensidad con la que somos capaces de percibir el olor, depende
indirectamente de la memoria y de nuestra apreciación olfativa. Sabemos que
existe una conexión directa entre el órgano del olfato y el sistema límbico de
nuestro cerebro. Podemos afirmar que nuestra personalidad, nuestros recuerdos y
en definitiva el hecho de ser como somos, depende en gran medida de nuestro
sistema límbico.
El ser humano recuerda
hasta el 35% de lo que huele frente al 5% de lo que ve. La memoria puede
retener hasta 10.000 aromas distintos, en cambio, solo reconoce hasta 200
colores según Richard Axel y Linda B. Buck,
Premio Nobel de Medicina en 2004 por su estudio sobre el olfato.
Son muchas las ocasiones en las que podemos ver productos catalogados como
“aromaterapia”, cuando en realidad se tratan de productos de “aromacología” o
simplemente “aromáticos”. Este mal uso
de su etiquetado por parte de la industria, generalmente cosmética, sumado a la
falta de información sobre el tema, han llevado a confundir dos disciplinas
similares, pero diferentes.
Aromaterapia. ¿Qué es?
La Aromaterapia es el método curativo holístico, que consiste en el uso de aceites esenciales
naturales, puros y completos, para mejorar tanto la salud como el bienestar
físico y emocional de las personas. Se
considera una terapia complementaria, y como tal, debe ser practicada por
terapeutas especializados en el tema.
Los aceites esenciales son sustancias naturales, volátiles y altamente concentradas que
provienen de las plantas a través de procesos de extracción específicos. Debido a que son los extractos más completos
de los componentes de las plantas no es posible sintetizarlos en un laboratorio
(crear sustancias artificiales con las mismas propiedades). Por lo que se obtienen única y exclusivamente
de la naturaleza.
En Aromaterapia no pueden substituirse los aceites
esenciales por ningún tipo de fragancia artificial. Sin aceites esenciales 100% puros de alta
calidad, no existen los tratamientos de aromaterapia.
Aunque la Aromaterapia ha sido empleada desde tiempos
inmemorables por casi todas las culturas, fueron los egipcios los primeros en
dejar constancia de su uso a nivel terapéutico.
En 1928, el investigador francés
René-Maurice Gattefossé, introdujo el término de aromaterapia, como el arte de
curar con aceites esenciales, después de estudiar las propiedades curativas de
la lavanda, tras sufrir una quemadura en la mano mientras trabajaba en su
laboratorio.
Aromacología. ¿Qué es?
La Aromacología estudia la influencia de las fragancias
sobre el estado de ánimo de las personas y nos brinda información precisa sobre
cómo y por qué reaccionamos ante un aroma.
Desde siempre, la influencia de los perfumes sobre el
psiquismo ha sido objeto de numerosos estudios.
Nacida en los años 80 en Japón, la Aromacología consiste en tratar unos
síntomas a través de los aromas apropiados, actuando sobre la zona física y
psíquica de la persona.
Annette Green, presidenta de la Fragance Foundation y
del Fondo de Investigación del Olfato, lo utiliza desde 1986, para estudiar los
efectos temporales de los olores en las personas, su conducta y su mente,
mediante la estimulación de las vías olfativas en el cerebro, especialmente en
el sistema límbico, a través de una fragancia.
En Aromacología se pueden aplicar aceites esenciales,
fragancias, o esencias sintéticas, los cuales pueden utilizarse por separado o
pueden combinarse entre sí, para lograr un abanico de aromas. Por lo tanto, debemos tener en cuenta, que
cuando se utilicen fragancias sintéticas como resultado de mezclas químicas
para crear aromas similares a los aceites esenciales, evidentemente, estas no
producirán ningún efecto terapéutico.
Resumiendo:
La Aromaterapia, -terapia
del aroma-, se basa en el
conocimiento y el uso tradicional de
aceites esenciales, 100% puros y naturales, que no haya sufrido ninguna
transformación, para mantener intactas sus características químicas y
vibracionales. Pueden ser utilizados tanto a nivel olfativo como tópico, con un
objetivo curativo, tanto físico como emocional.
La Aromacología, -psicología
del aroma-, es la ciencia que estudia los efectos de las fragancias, aromas
y olores sobre la mente humana. El
objetivo es suscitar sensaciones de bienestar y relajación estimulando zonas
del cerebro a través de la percepción de los olores.
¿Cuál es mejor?
La
decisión dependerá de cada uno de nosotros… ambas podemos utilizarlas como
alternativas a productos químicos que dañan el medio ambiente y pueden causar
problemas de salud, solo que deberemos conocer perfectamente los dos términos
Aromaterapia (aromas de esencias y aceites esenciales 100% puros y naturales) y
Aromacología (aromas sintéticos y naturales) para no confundirlos.
En
general el mundo de los aromas se nos presenta ofreciéndonos una inmensa gama
de posibilidades para aumentar nuestro bienestar físico y emocional de una
manera suave, agradable y natural. Los
aceites esenciales 100% puros y naturales, podremos utilizarlos para ambas
disciplinas, con los conocimientos adecuados de sus propiedades y de cómo
utilizarlos.
Uno de los campos que más está investigando la Aromacología es en el ámbito laboral. Al mejorar la calidad del aire que respiramos con aceites esenciales, se ha comprobado que aumenta la productividad, reduciendo la fatiga mental y el estrés.
Probablemente
la Aromaterapia no sea la primera herramienta en la que hayas pensado para potenciar
la productividad y crecimiento de tu negocio, pero quizás deberías planteártelo.
Antonia
Jiménez - Aromaterapia
www.Only4Senses.eu